Después de estudiar violín con Jair Manuel durante un año, puedo afirmar que es un maestro excepcional con una profunda pasión por la música. Jair es paciente, amable y honesto, cualidades que hacen que aprender con él sea motivador y agradable. Ha sido uno de mis mayores impulsores en este camino musical, siempre destacando mis avances y animándome a tener paciencia con los errores. Su enfoque equilibra la excelencia técnica con el disfrute del proceso, recordando que la música también debe ser fuente de alegría. Posee un oído excepcional para la afinación y la precisión, algo esencial en un buen profesor de violín. Además, mantiene su propia práctica constante; a menudo lo escucho tocar y perfeccionarse antes de mis clases, lo cual inspira confianza y respeto. Su profesionalismo, dedicación y genuino interés por el progreso de sus alumnos lo distinguen. Estudiar con Jair ha profundizado mi amor por el violín y espero seguir aprendiendo de él.
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