Norma Elizabeth Méndez Bartolo

Las clases son centradas en el alumno, lejos han quedado aquellos tiempos donde el maestro era el actor principal dentro del salón de clases. Hoy, el centro de la clase debe ser el alumno: él es quien aprende.

Doy diferentes opciones para entregar sus productos o instrumentos de evaluación. Quizá habrá quien prefiera hacer algo escrito, otros más algo audiovisual, etc. De esta manera se fortalecen sus capacidades y se fomenta la creatividad. Trabajo con las fortalezas de cada alumno para superar sus debilidades.

Busco formas para transmitir los contenidos de manera relevante y cercana a sus intereses por medio de recursos tecnológicos o manuales.

Analizo la cantidad de tiempo que paso dentro del salón hablando. La idea es que ellos sean los protagonistas. Procuro hacerlos pensar y expresarse. Pedir su opinión y punto de vista frecuentemente.

Clases activas, es decir, se da la interacción con el alumno pues las personas somos capaces de recordar en mayor porcentaje aquellos temas o contenidos en los que nos involucramos, de esta manera garantizaremos no solo la comprensión y retención, sino desarrollaremos competencias adicionales en ellos. Que usen su imaginación y creatividad y, de paso, nosotros también.

Utilizó la transdisciplinariedad como práctica docente.
La “transdisciplinariedad” es un término de reciente uso que se refiere a la capacidad de entender y conectar el conocimiento a través de varias disciplinas para ir más allá de su alcance individual. Esto significa que los alumnos puedan trabajar proyectos y asignaciones escolares utilizando conceptos de varias materias para un propósito definido, o bien, entender un concepto que puede ser aplicado a varios ámbitos.

A grandes razgos, está es la manera de trabajar en mis clases.

Quedo a sus órdenes.

Atentamente
Lic. en Psicología Norma Elizabeth Méndez Bartolo.