Como educadora paso largos ratos pensando en todo lo que le falta a nuestro sistema educativo para que sea lo más efectivo posible. Me gusta mucho imaginar como sería mi escuela ideal, donde pueda desarrollarme plenamente como profesional y a la vez brindar una educación de calidad, donde las familias y los niños/as encuentren un espacio de apertura, aprendizaje en comunidad y donde logren crecer como personas humanas, teniendo en cuenta el contexto y sus posibilidades.
En mi escuela ideal el espacio será flexible al cambio. Servirá para trabajar tanto a nivel individual, como a nivel grupal, siendo este último fundamental en la rutina diaria. Se le dará prioridad por sobre todas las tareas, haciendo foco en los trabajos colaborativos. Habrá aulas más amplias, ante la demanda escolar, que cada día crece exponencialmente.
La planificación de las clases será virtual: los educadores y los directivos podrán comunicarse mediante una aplicación eficaz y resolutiva, de fácil acceso.
Existirán otras formas de evaluar, mas allá de las notas calificativas. Las aulas serán temáticas, con profesores de cada área. Habrá una autoevaluación con distintas formas de registro: escritos, fotografías, producciones del grupo, videos.
Habrá un espacio de encuentro entre colegas, dentro de la jornada escolar, para intercambiar experiencias, vivencias y sentimientos. Será un espacio liderado por un/a psicológo/a especializado en el tema. Habrá capacitación en servicio obligatoria y jornadas entre educadores de distintas Instituciones Educativas, para compartir herramientas, recursos y prácticas.
Existirá más conciencia ambiental: se le dará mucha importancia a la luz solar dentro de los espacios de estudio, habrán espacios verdes obligatorios, tanto para educadores como para alumnos. Se priorizará que la actividad diaria genere el impacto ambiental mínimo mediante el reciclaje, la instalación de paneles solares, el desarrollo de huertas urbanas, etc. La educación ambiental será obligatoria.
Habrá mas tiempo libre, de sociabilización, de juego y talleres a elección de los distintos grupos: Arte, huerta, atelier, deportes.
En mi escuela ideal, cada integrante de la misma se levantará con ganas y entusiasmo para enfrentar el día y sacarle el máximo provecho, dejando así un mundo mejor, para las generaciones futuras. Mi escuela ideal puede sonar muy ideal, pero soñar no cuesta nada. Yo elijo soñar y creer, soñar y proyectar, soñar y concretarlo.