Diego Antonio Onofre Pérez

Debido a los cambios tecnológicos y sociales es indispensable seguir actualizando los programas educativos, para que los estudiantes puedan adquirir las herramientas teóricas y metodológicas que le permitan ser un profesional activo y participativo en sociedad. El área de ciencias sociales en ocasiones puede parecerles aburridas a los alumnos por ser excesivamente teóricas y enfrentarse a abundantes materiales de lectura, a los cuales los alumnos no están acostumbrados. En ese sentido, trato implementar estrategias de aprendizaje basadas en el alumno, dónde este último es el protagonista de su propio aprendizaje. Mis clases abandonan la enseñanza tradicional en la cual el profesor es el portador del conocimiento y el alumno un receptor pasivo, quien tiene la tarea de memorizar la información proporcionada por el profesor con el fin de aprobar un examen. Es estilo de enseñanza tiene evidentes limitaciones, la principal es que los alumnos no se adueñan del conocimiento y por tanto, no son capaces de discernir para sirve o cual es el sentido práctico de dicho conocimiento. En contraste, modelos de enseñanza como el aula invertida permiten al alumno convertirse en un actor activo que gestiona su propio aprendizaje y sobre todo descubre para sirve el conocimiento que esta adquiriendo.